*Entrevista a Michael
Meulbroek (presidente) y Ferran Pujol (director) de la ONG Projecte dels NOMS-Hispanosida
después de la CROI celebrada en Seattle (Estados Unidos)
La Conferencia sobre Retrovirus e
Infecciones Oportunistas (CROI) que se ha celebrado en Seattle, en Estados
Unidos, ha reunido un año más expertos en VIH de todo el mundo que han puesto
en común las últimas novedades sobre el conocimiento, la prevención y el
tratamiento de este virus. En esta entrevista los veteranos activistas contra
el VIH/sida Michael Meulbroek y Ferran Pujol, presidente y director
respectivamente de Projecte dels NOMS-Hispanosida, repasan lo más destacado de
una edición conocida como CROI de la PrEP por el impacto que han tenido las
novedades presentadas sobre el uso de antirretrovirales como método de
prevención.
-¿Por qué la PrEP adquiere tanto protagonismo justamente ahora en una
cita de referencia como es la CROI?
M: Si bien es cierto que las
personas implicadas en la lucha contra el VIH ya hace tiempo que sabemos que la
PrEP puede ser una buena estrategia de prevención y que, de hecho, en Estados
Unidos ya hace un año que está aprobada por las autoridades sanitarias y la OMS
recomienda su uso a los grupos de población más expuestos, en la CROI de este
año se han dado a conocer algunas novedades que demuestran como nunca hasta
ahora su elevada eficacia.
En primer lugar, siempre se había
dicho que para que la PrEP fuera efectiva había que tomarse una píldora
diariamente pero ahora sabemos que también protege aunque sólo se tome antes y
después de tener sexo. Es lo que se conoce como PrEP on demand.
En segundo lugar, estos días en
Seattle se han hecho públicos los resultados de dos estudios europeos, el
IPERGAY y el PROUD, que muestran una eficacia mucho más alta de lo que hasta
ahora se había podido probar. Ambos estudios coinciden en señalar que la PrEP
reduce el riesgo de infectarse por VIH en un 86%.
Por último, en tercer lugar,
hemos conocido que la PrEP también nos puede ayudar mucho a evitar infecciones
por VIH en parejas serodiferentes. Hasta que el miembro de la pareja infectado
no logra tener una carga viral indetectable mediante tratamiento antirretroviral,
el miembro que no tiene el virus hace PrEP y de esta manera se reduce en más de
un noventa por ciento el riesgo de infección entre ambos.
F: En definitiva, todo esto que apunta
Michael desmiente el gran miedo que había hasta ahora sobre la efectividad de
la PrEP: que a pesar de que fuera efectiva en un marco teórico, no funcionara en
el mundo real. Había muchas reservas sobre su adherencia, es decir, sobre si
las personas que decidieran hacer PrEP serían capaces de tomarse la píldora
rigurosamente ya fuera diariamente o sólo unos días en concreto si hacían on demand. Los estudios presentados en
la CROI nos han demostrado que era un miedo totalmente infundado. Las personas
que hacen PrEP toman esta decisión porque están preocupadas por su salud y
perciben que tienen un alto riesgo de infectarse. Por lo tanto, son personas
que pueden seguir muy bien la pauta prescrita.
Es una visión ampliamente
compartida incluso por aquellos que hasta ahora se habían mostrado escépticos
sobre el éxito de la PrEP en el mundo real, especialmente muchos clínicos.
Incluso entre estos profesionales, por los comentarios que me iban llegando
después de la presentación de los resultados del IPERGAY y el PROUD queda claro
que en este momento la percepción mayoritaria es que no nos podemos poner de
espaldas ante una herramienta preventiva de una efectividad tan elevada que
posiblemente ni siquiera una vacuna sería capaz de ofrecer.
M: Por todo esto que comentamos,
creo firmemente que la PrEP puede provocar un cambio de paradigma sólo
comparable a la irrupción a mediados de los noventa de las terapias combinadas.
En ese momento, a pesar de que se había demostrado la efectividad de estos
tratamientos había muchas dudas sobre si las personas realmente serían capaces
de seguirlos rigurosamente en el mundo real sobre todo en países con poca
infraestructura sanitaria. Son unos miedos que se demostraron infundados de la
misma manera que estamos comprobando que también lo son con la PrEP.
-¿Por lo tanto, el uso generalizado de la PrEP entre los grupos de
población más expuestos al VIH, como son particularmente los hombres que tienen
sexo con hombres (HSH), podría incidir decisivamente en la evolución de la
epidemia?
F: Seguro. Creo que ha llegado la
hora de aparcar los eufemismos y dejar de hablar de la PrEP con la boca
pequeña, enmarcándola siempre en un conjunto más amplio de estrategias
preventivas como si no nos acabáramos de creer el potencial que tiene por sí
sola. Pienso que hasta que no tengamos una vacuna preventiva y esto todavía
puede quedar muy lejos, la PrEP es una herramienta que puede contribuir a
reducir muy significativamente, por ejemplo, la incidencia que el VIH tiene
entre la comunidad homosexual. Sabiendo lo que ahora sabemos, no es ético ni
moral dar la espalda a la PrEP, porque la realidad es que sólo con el condón no
somos ni seremos capaces de frenar el aumento de nuevas infecciones.
-¿Como herramienta de protección, qué ventaja tiene la PrEP respecto
del condón?
M: Hay uno muy evidente. Cuando
una persona, sea hombre o mujer, recibe una penetración, en el fondo depende de
que el otro se ponga correctamente el condón si es que se lo pone y de que no
se rompa durante el sexo. Por lo tanto, la protección de uno mismo acaba
dependiendo del otro. La PrEP supone una forma más autónoma de protegerse del
VIH. Por otro lado, también quiero subrayar que tanto IPERGAY como PROUD han
demostrado que la PrEP no conlleva un aumento de las otras infecciones de
transmisión sexual (ITS).
-¿Por qué la farmacéutica Gilead parece reacia al uso de Truvada, uno
de sus fármacos, para la PrEP más allá de los Estados Unidos?
F: En primer lugar, antes de
solicitar a las autoridades europeas que aprueben el uso de este
antirretroviral para la PrEP, Gilead querrá saber quién lo pagará porque este
fármaco obviamente tiene un precio y alguien deberá pagarlo, a pesar de que la
industria debe tener la responsabilidad de hacer propuestas de precios
razonables para que los estados puedan asumirlo.
M: Todo esto es cierto y Gilead,
como cualquier empresa, busca el máximo beneficio pero me gustaría apuntar
también otro factor que puede haber influido. Imaginemos por un instante que es
la farmacéutica la que propone por iniciativa propia tratar preventivamente con
un fármaco personas sanas... Posiblemente, dada la desconfianza que muchas
veces tenemos hacia esta industria, la sociedad lo habría acogido con muchas
reservas e incluso quizás lo habría rechazado, especialmente antes de tener
estudios concluyentes como los que ahora se han hecho.
F: En todo caso, es bueno que
todo esto se tenga en cuenta para dejar claro que la PrEP no es un oscuro
invento de las farmacéuticas para sacar más dinero no ya de las personas
seropositivas sino de las personas que no están infectadas. Todo lo contrario,
las principales organizaciones contra el VIH de toda Europa estamos presionando
mucho a Gilead para que acceda a presentar la solicitud.
De hecho, lo acaba de hacer en
Australia y personalmente creo que después de los resultados que hemos conocido
en la CROI a Gilead le será muy difícil resistirse a hacerlo también en Europa,
al igual que a las autoridades europeas les será prácticamente imposible no
permitir la implementación de la PrEP aquí. ¿En qué lugar quedaría un gobierno
que no autorizara una estrategia que puede ahorrar muchas infecciones?
-Entonces habrá que discutir qué precio debe de tener la PrEP y quien
la tiene que pagar...
M: Sí aunque sería aconsejable
que los representantes políticos que tengan la tentación de posicionarse contra
la PrEP con el argumento de que encarecerá el gasto sanitario tengan en cuenta
que según algunos estudios cada nueva infección por VIH tiene un coste global
de unos 300.000 euros. Por lo tanto, pensemos no sólo en lo que costaría la
PrEP sino en lo que nos podríamos ahorrar en tratamientos para el VIH si
evitáramos una parte importante de los más de 3.000 casos que se reportan anualmente
en España.
F: Y, sobre quien debería pagarla
déjame referirme brevemente a como se está haciendo en Estados Unidos donde
muchas aseguradoras cubren el coste de la PrEP y hay programas de ayudas
dirigidos a personas con pocos recursos. En este sentido, quiero destacar
singularmente el esfuerzo que está haciendo el ayuntamiento de San Francisco
para facilitar el acceso a la PrEP a todos, en el marco de una estrategia
global para reducir la incidencia del VIH en esta ciudad, independientemente de
si se la pueden pagar o no.
Ya me gustaría que aquí un
gobierno se propusiera realmente hacer frente al VIH con una medida valiente
como esta, porque aparte de una cuestión económica es sobre todo una cuestión
moral y ética. Sería inadmisible que las administraciones no hicieran todo lo
posible para proporcionar una estrategia preventiva de una gran eficacia
demostrada como es la PrEP a los grupos de población más expuestos al VIH.
-Y A pesar de todo, en España la PrEP ni siquiera se ha podido ensayar
en ningún estudio. ¿Por qué?
F: Las políticas contra el VIH
aquí siempre han sido insuficientes y a menudo mal orientadas, sólo hay que
remitirnos a los datos que indican que España es uno de los países de toda la
Unión Europea más afectados por la epidemia.
Creo que no nos podemos permitir
el lujo de esperar a que la PrEP se implemente de una forma generalizada porque
aunque esto acabará llegando, tardará. No será pasado mañana. Debemos intentar
suministrarla a las personas más expuestas aunque sea en el marco de estudios
de demostración que nos permitan ganar tiempo y es en esta línea que ahora
mismo estamos trabajando. Hasta que no sea posible, seguiremos registrando
nuevas infecciones que podríamos estar evitando con la PrEP. Debemos dejar
claro que el VIH todavía no tiene cura, por lo tanto que nadie piense que ya es
un problema del pasado.
-¿Si la PrEP tiene este potencial porque todavía hay determinadas ONG
de lucha contra el VIH/sida que no la apoyan o que directamente se oponen?
F: Es cierto que hay personas y
ONG que se oponen a la PrEP pero también lo es que a medida que vamos teniendo
nuevas evidencias de su eficacia son mayoría las que se posicionan a favor. De
hecho, las principales ONG europeas hemos suscrito recientemente un manifiesto
instando a la industria y a los gobiernos e instituciones a no aplazar por más
tiempo la implementación de la PrEP en Europa.
Personalmente, me cuesta entender
que algunas entidades que se autodenominan "de respuesta al VIH"
paradójicamente expresen reservas ante una respuesta tan potente a la epidemia
como podría ser la PrEP. Por suerte, es una postura cada vez más minoritaria y
difícil de justificar con los resultados que se van conociendo. Tampoco es nada
nuevo dado que, por ejemplo, cuando ya había suficiente evidencia de la
utilidad del tratamiento como estrategia de prevención, estas mismas ONG
tampoco lo veían claro.
Supongo que en algunos casos es
por falta de información y en otros por una cierta desconfianza por parte de un
progresismo mal entendido hacia todo lo que tiene que ver con la industria
farmacéutica, sobre todo después de polémicas como la que ha generado el
elevado precio del nuevo medicamento para la hepatitis C, totalmente
justificada en este caso.
M: Como conclusión, insistimos
que a nivel internacional el debate sobre si la PrEP funciona o no ya ha
quedado atrás y que a partir de ahora sería necesario que nos pusiéramos a
trabajar sobre las implicaciones de su implementación: desde cómo hacer llegar
la información y concienciar a aquellos grupos de población que se podrían
beneficiar hasta encontrar la mejor forma de dispensarla.